“He descubierto que soy un reflejo de toda la existencia, que toda experiencia, es un espejo de mi estado de conciencia.”
Mi viaje…
Siento la vida como un viaje a través de la existencia. Un viaje evolutivo de mi Alma.
No creo en las casualidades, pero sí en las causalidades. La vida plantea ante ti experiencias y relaciones para tu evolución. Muchas de estas relaciones son encuentros de almas a través de la existencia. Por ello, a veces sientes conexiones especiales con otras personas, lazos que te unen de otras vidas de una forma muy especial. Es lo que llamo Encuentros de Alma.
Me encanta la gente que me inspira, que me abre, que me expande… Meera, mi maestra, llegó a mi vida como un regalo. Me mostró que lo que yo soñaba, era para ella una realidad. Doy las gracias por haberla conocido y por todo lo que me enseñó. Abrió mi corazón y entró en mi vulnerabilidad, ese espacio donde se encuentra una misma.
Soy consciente que, a veces, puedo inspirar, sobre todo, entusiasmo. Siempre ante las caídas hay un Alma que me dice: ¡Adelante! ¡Celebra la vida! Y entonces es cuando miras la vida, aprecias lo sencillo, compartes con tus seres queridos, conoces gente nueva que te enriquece… Te llega la música de los pájaros y los colores de la naturaleza. ¡Lo celebras!
No sé qué es lo que me diferencia de los demás. Creo que todos somos tan diferentes y, a la vez, tan iguales… En realidad, todos estamos en busca del amor, sin darnos cuenta de que somos Amor.
Cada uno de nosotros vive en diferentes procesos de evolución. Cuando somos conscientes de ello, aprendiendo a no juzgar, a intentar observar y conectar más, descubrimos una nueva dimensión. En este sentido, la meditación es la que conecta con mi presencia. Hay muchas formas de meditar; para mí, la pintura me lleva a un estado de contemplación donde me sumerjo en el color, soy el color, no hay diferencia entre dentro y fuera. Este es el camino, la armonía…
La pintura me enseña el camino del fluir.
Ahora, en nuestros momentos de reflexión, en nuestros encuentros con nosotros mismos, en los momentos en que la vida nos vuelva a dar la vuelta, debemos aprovecharlo para mirarnos, sentirnos y amarnos. Yo estoy en este proceso, dando gracias a la vida. Dando gracias a mi linaje de alma y familiar, a todos mis ancestros que me han permitido ser quien soy, a mis padres, hijos, sobrinos y hermana que me muestran el CAMINO del amor y a todos los maestros y compañeros de viaje que me han enseñado a crecer y madurar.
Siempre agradecida al arte y a la comprensión de la vida a través de las constelaciones sistémicas, comprendiendo que el amor no es dependencia, sino libertad, y la libertad un encuentro con el Ser, con la plenitud y con la unidad. Y que, desde ese espacio, compartes.
He intentado expresar aquí mi sentir, mis procesos internos. Este es mi camino, el de vivir desde mi verdad, descubriendo y explorando quien soy en esencia y poder tener relaciones sanas y conscientes, basadas en el amor. Primero, amarme a mí misma y, después, compartir desde mi mayor versión.
La vida es un encuentro contigo y con el otro, contigo y con lo divino. La vida es un relacionarse. Un proceso maravilloso.
Estoy en ello. Aprendiendo.
Gracias a ti, por ser y estar. Gracias por compartir camino.
Seguimos en ruta…